LA VOZ

Yo siempre he sido una fan de los reality shows, ya sean Gran hermano, Supervivientes, OT… me divierten, me hacen no pensar en nada importante durante ese ratito. Pero…cuando vi LA VOZ, aluciné… ¿hay alguien más a la que le resulte, por lo menos, extraño, tanto llanto por parte de los “coaches”? Ya os digo, que a mí, personalmente, es un formato de programa que me entretiene, pero vergüencita me da verlos llorar desconsoladamente por tener que echar a un concursante, que, por cierto, no sé de dónde los han sacado, pero cantan bastante mejor que todos los “coaches” juntos…
Si, la palabra es vergüencita ajena. Porque yo es que tengo que cambiar de canal cuando llega el fatídico y dramático momento de la expulsión, ¡que mal ratico que pasan esas criaturas por dios!
Yo creo que en realidad es un papelón el que representan, por aquello de la audiencia, porque otra explicación no le encuentro a tal ultrasensibilidad a flor de piel, son auténticos “showmen/women coaches”. Esos saltos estratosféricos de Bisbal, con su “¡Ole, ole, figura!”, esos “monstra, que tienes una cosita mu bonita y mu calentita en la voz wapo” de Rosario flores ( una valoración, además, “mu profesional”, como véis).
Ese tremendismo y sobreactuación de Melend¡ y su superalisada melena, y esa tremendamente sentimental Malú, y sus lagrimones de auténtico dolor… ¡por dios!, pero ¿ahí que van a disfrutar o a pasar un mal rato? No me lo explico.
Aunque a mí los que de verdad me dan penita son los concursantes que, ante tal alarde de sentimientos, deben creerse que su vida se ha ido al carajo; y de los que se quedan, que de verdad deben pensar que van a salir de ahí hechos unos Elton John, con tanto piropo exagerado, y nada más lejos de la realidad, tristemente, por otro lado; a las pruebas me remito, como diría Lidia Lozano, sólo hay que tirar de hemeroteca…
Oye, que yo soy muy llorona, como la que más, pero estos momentos son más de echar unas risas que de otra cosa, no me diréis que no, o en mi caso, de cambiar de canal.